La guerra es la experiencia más terrible que el ser humano puede vivir. Provoca en cada persona un antes y un después. Tal es así que, cuando intentamos transmitir el significado de una guerra y buscamos ejemplificarlo con imágenes, lo primero que aparece son aquellas que grafican de manera explicita el dolor, las armas, la destrucción de ciudades, vidas, costumbres y culturas.
Lo que más impacta en las fotografías de guerra son las miradas de sus protagonistas. Miradas como fiel reflejo del interior del hombre, que permiten conocer aquello que no es tangible: la esencia del ser, la desolación y el temor.
Siguiendo esta línea, el fotógrafo, cineasta y periodista británico Lalage Snow, nos invita a pensar desde su proyecto “We are not Dead” (No estamos muertos), qué ocurre con aquellas personas designadas para estar al frente de combate. Aquellos que matan o mueren por defender un “modelo” de país.
Presentado en formato de trípticos, los retratos exhiben los rostros de un grupo de soldados que lucen a simple vista daños físicos. Aunque, también se percibe en sus miradas, una carga emocional distinta.
Las imágenes que forman parte del proyecto “We are not Dead” se caracterizan por ser simples e impactantes retratos, tomados en primer plano, que reflejan el cambio sufrido por cada uno de los soldados británicos que cumplieron funciones durante 8 meses de combate en Afganistán.
Las fotos de cada uno de los jóvenes soldados inician con
una imagen tomada al momento de ser enviados a la guerra. Luego, apreciamos un segundo retrato tomado a los siete meses de combate y finalizan con una imagen que data un mes más tarde de concluida su misión.
Impacta ver el cambio físico. Pero estremece más el cambio emocional, reflejado en las miradas y forma de pensar. Bajo cada retrato se aprecia una frase, muchas veces escalofriante y polémica.“Es el miedo, el que te mantiene vivo aquí…. Pero creo que si vas a morir, va a suceder y no hay nada que puedas hacer al respecto….” o “Si el hombre grande de allí arriba, podría hacer algo, no habría soldados muertos. Todos ellos estarían vivos”, son algunos de los pensamientos de los protagonistas.
Cabe agregar que algunos hablan de miedo, de las heridas sufridas, la muerte, extrañar el hogar, la vuelta a casa, la vida en el frente de batalla y el orgullo de luchar por su país. Quizás, todo forme parte de un lugar común o de lo que para muchos connota la palabra: Guerra.
Sin lugar a dudas, un documental fotográfico presentado desde una perspectiva original que busca, según su autor, que aquellos quienes luchan en representación de un país y conviven a cada minuto con la muerte, sean escuchados.
“We are not dead” es un proyecto sin desperdicios. Invita a ser seguido en la página de su autor (http://lalagesnow.com/), donde además podremos apreciar otras de sus obras o documentos fotográficos, que revelan la trastienda de la guerra. Aquello que sólo quienes forman o viven en la zona de conflicto conocen en profundidad pero no saben o pueden transmitir.
Lo que más impacta en las fotografías de guerra son las miradas de sus protagonistas. Miradas como fiel reflejo del interior del hombre, que permiten conocer aquello que no es tangible: la esencia del ser, la desolación y el temor.
Siguiendo esta línea, el fotógrafo, cineasta y periodista británico Lalage Snow, nos invita a pensar desde su proyecto “We are not Dead” (No estamos muertos), qué ocurre con aquellas personas designadas para estar al frente de combate. Aquellos que matan o mueren por defender un “modelo” de país.
Presentado en formato de trípticos, los retratos exhiben los rostros de un grupo de soldados que lucen a simple vista daños físicos. Aunque, también se percibe en sus miradas, una carga emocional distinta.
Las imágenes que forman parte del proyecto “We are not Dead” se caracterizan por ser simples e impactantes retratos, tomados en primer plano, que reflejan el cambio sufrido por cada uno de los soldados británicos que cumplieron funciones durante 8 meses de combate en Afganistán.
Las fotos de cada uno de los jóvenes soldados inician con
una imagen tomada al momento de ser enviados a la guerra. Luego, apreciamos un segundo retrato tomado a los siete meses de combate y finalizan con una imagen que data un mes más tarde de concluida su misión.
Cabe agregar que algunos hablan de miedo, de las heridas sufridas, la muerte, extrañar el hogar, la vuelta a casa, la vida en el frente de batalla y el orgullo de luchar por su país. Quizás, todo forme parte de un lugar común o de lo que para muchos connota la palabra: Guerra.
Sin lugar a dudas, un documental fotográfico presentado desde una perspectiva original que busca, según su autor, que aquellos quienes luchan en representación de un país y conviven a cada minuto con la muerte, sean escuchados.
“We are not dead” es un proyecto sin desperdicios. Invita a ser seguido en la página de su autor (http://lalagesnow.com/), donde además podremos apreciar otras de sus obras o documentos fotográficos, que revelan la trastienda de la guerra. Aquello que sólo quienes forman o viven en la zona de conflicto conocen en profundidad pero no saben o pueden transmitir.
Por María Florencia Ferreyro
Licenciada en Periodismo
(julio 28, 2013 =>Nota publicada en Crac! magazine)
Comentarios
Publicar un comentario