Una mansión perdida en el olvido






En esta oportunidad desde Crac! magazine, te invitamos a alejarte un poquito de la ciudad de Buenos Aires, viajar unos cuantos kilómetros y llegar a la localidad Rauch, cerca de Tandil. Allí podrás disfrutar de un agradable paisaje, balnearios y conocer una vieja mansión, conocida por los lugareños como el “Castillo de Engaña”.


El castillo de Engaña, hoy pertenece al Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires. Pero hace muchos años, fue propiedad de una acaudalada familia bonaerense. Esta vieja mansión fue construida entre los años 1918 y 1930 por el arquitecto Eugenio Díaz Vélez, nieto del prócer argentino. Cuenta con 77 habitaciones, 14 baños y 2 cocinas.


Cuando uno llega al lugar, espera encontrarse con una propiedad imponente, que a pesar del paso de los años supo ser conservada. Pero muy por el contrario, el Castillo de Engaña es otro monumento histórico perdido en el olvido, el paso de los años y las ruinas. Sus paredes que alguna supieron lucir limpias, están hoy decoradas por variados graffittis que inmortalizan romances, nombres de bandas de rock, cumbia y hasta el equipo de futbol favorito de su autor.


Hoy, sólo queda en pie la estructura de aquello que alguna vez lució como una lujosa mansión. A pesar de la falta de conservación, hay detalles arquitectónicos únicos, historias misteriosas y trágicos finales que invitan a conocer dicho edificio.


Para apreciar esta obra arquitectónica marginada en el tiempo, basta con viajar al Partido de Rauch ( 275 km de Buenos Aires) y desde allí trasladarse a la pequeña localidad de Engaña. Para tener acceso al castillo hay dos caminos. El primero, es partiendo desde la localidad de Rauch costeando las vías hacia Engaña. La otra opción es tomar la Ruta Provincial número 30 y tomar un camino de tierra señalizado con un precario cartel. Si bien, todos dicen que por ambos caminos se encontraran carteles que orientan al turista, la realidad es que la señalización deja mucho que desear.


La historia de esta mansión, comienza a escribirse en el año 1825, cuando el general Eustoquio Díaz Vélez -activo y comprometido protagonista del proceso revolucionario de 1810- adquirió en enfiteusis algo más de 17 leguas en la zona del Fuerte Independencia, hoy conocido como Tandil. Poco después, sumó 20 leguas más dando origen a una inmensa estancia, a la que en honor a su esposa bautizó con el nombre de “El Carmen”.


Con el correr de los años y tras ser objeto de diferentes sucesiones familiares, la propiedad es heredada en 1910, por el joven arquitecto Eugenio (nieto de Eustoquio). Este último, fue quien construyo el casco de la estancia San Francisco (castillo), muy cercano al estación de Engaña por donde pasaba el tren desde 1891.


El Arquitecto Eugenio Díaz Vélez, proyectó el edificio siguiendo un estilo europeo muy ecléctico, trasladó desde Buenos Aires y Europa la mayor parte de los materiales de construcción.


Según cuentan los lugareños, el día de la inauguración de la mansión ocurrió una inesperada tragedia. Los invitados esperaban con ansias la llegada desde Buenos Aires, de Eugenio Díaz Vélez. Pasaron horas y su dueño no arribaba. Hasta que, por esas extrañas coincidencias del destino, llegó la noticia menos esperada: El arquitecto, había fallecido. Tal nefasta novedad hizo que repentinamente todos abandonaran el lugar.






“San Francisco”, nombre con que había bautizado la mansión Eugenio Díaz Velez, fue heredado por su hija María Eugenia, quien desde aquel fatídico 30 de mayo de 1930, nunca más volvió al lugar.

Ante la confusión por la trágica noticia, sumado a la extensa ausencia de sus dueños, la gente robó todo lo que encontraba a su paso: muebles, adornos, pianos, cuadros, canillas de oro, mármol de Carrara, etc.

En 1958, se sancionó el proyecto de reforma agraria y la inmensa propiedad fue expropiada por la provincia de Buenos Aires. Pero no fue hasta el año en 1965, que el gobernador Anselo Marini transfirió la casona al Consejo General de la Minoridad con la intensión de convertirlo en un hogar. Sin embargo su destino final sería un reformatorio que funcionó hasta mediados de la década del ’70, cuando la tragedia nuevamente se hizo presente en la mansión y en un extraño episodio murió uno internos.


Desde entonces, el castillo se encuentra deshabitado y en un estado de abandono. Actualmente, la propiedad pertenece al Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, quienes no destinan fondos para conservar y preservar del paso de los años, la antigua mansión.


No obstante el olvido y abandono, el Castillo de Engaña, conserva un especial atractivo. Porque como dijimos antes: su historia, los pequeños detalles arquitectónicos que sobrevivieron al paso del tiempo y las leyendas que giran en torno a la mansión, invitan a viajar y conocer esta maravilla obra arquitectónica.










Datos de interés:





































Precios: Entrada libre y gratuita

Lugar: Partido de Rauch ( 275 km de Buenos Aires) El partido está situado en el Sudeste de la Provincia de Buenos Aires. Limita al sur con el partido de Tandil


















Cómo llegar: Ruta 30; Ruta 60 y Ruta 50. (Para más detalle ver mapa).























Rauch respecto de:


Distancia (Km)


Rutas vinculares



Buenos Aires


277 Km


30 Pcial-3 Nacional



La Plata


272 Km


30 Pcial-3 Nac-215 Nac.











Por: María Florencia Ferreyro Licenciada en Periodismo.


licenciadamariaferreyro@hotmail.com/ http://produccionesfugadecerebros.wordpress.com/ o





Publicado en CRAC! MAGAZINE
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